Salud Mental & Orgasmos

Salud Mental & Orgasmos

Puede que sepas que el órgano sexual más grande del cuerpo es el cerebro. Desde la excitación hasta el deseo y el orgasmo, el cerebro es fundamental en todos los aspectos del sexo. Es posible que hayas notado, por experiencia personal o por conversaciones con tus clientas, que si tu mente no está "metida en el juego", es probable que tu cuerpo tampoco lo esté.  

No es poco frecuente que tus clientas acudan a ti preocupadas porque no pueden llegar al orgasmo o rendir sexualmente: "en un estudio de 52,500 estadounidenses [...], el 65% de las mujeres heterosexuales dijeron que habitualmente o siempre tenían un orgasmo, el porcentaje más bajo de todos los grupos demográficos estudiados" (Broster, 2021). 

Si bien son muchas las variables que afectan la capacidad de una persona de llegar al orgasmo, la salud mental es, sin duda, un tema que debes explorar con tus clientas. Por lo tanto, es importante entender la conexión entre la salud mental y la satisfacción sexual.  

En este artículo analizaremos varias formas en que la salud mental interactúa con la capacidad de tener un orgasmo. Por otro lado, hablaremos de algunas maneras en que el orgasmo puede beneficiar tu salud mental.  

Tipos de Deseo y el Ciclo de Respuesta Sexual 

A través de Pro Academy, has (o habrás) aprendido sobre dos tipos diferentes de deseo: Deseo Espontáneo y Deseo Receptivo

El Deseo Espontáneo se produce cuando te excitas de forma innata. Esto ocurre más fácilmente en los primeros días de una relación. Sientes una gran atracción por tu pareja, deseas tener sexo con bastante frecuencia y te excitas o deseas tener sexo antes de que ocurra algo físico.  

En el Deseo Receptivo, el deseo sexual se desencadena por la excitación, y no al revés. Por ejemplo, si alguna vez tuviste una relación duradera en la que tu pareja iniciaba el sexo cuando no habías pensado en ello, pero te das cuenta rápidamente de que tienes ganas, experimentaste el Deseo Receptivo (Winters, 2015).  

En pocas palabras, el Deseo Espontáneo ocurre cuando la excitación mental se produce antes que la física, mientras que el Deseo Receptivo se da cuando la excitación física se produce antes que la mental.  

Podemos ver claramente cómo estos tipos de deseo se entrecruzan y se diferencian al observar un modelo del Ciclo de Respuesta Sexual.

El Papel de la Salud Mental en el Ciclo 

Si observas la parte derecha del gráfico anterior, te darás cuenta de que "Contexto y Mente" se sitúa perfectamente entre "Estímulos Sexuales" y "Excitación Sexual (Mente y Cuerpo)". Esto quiere decir que, entre la exposición a algo que es probable que te excite y la excitación real, tu mente tiene que filtrar y entender los estímulos.  

Adivinaste: aquí es donde entra la salud mental.  

Dado que la excitación depende de la capacidad de la mente de contextualizar adecuadamente los estímulos, surgen obstáculos para el placer que adoptan la forma de ansiedad, depresión y otras.  

Especialmente en las mujeres, esta es una idea importante que hay que entender, ya que "una enfermedad psiquiátrica es el factor de riesgo más importante para la disfunción sexual de las mujeres" (Basson y Gilks, 2018). Además, las relaciones sexuales insatisfactorias no son solo el resultado de problemas de salud mental con diagnóstico clínico.  

Nuestras experiencias cotidianas, nuestros patrones de pensamiento y nuestro estado de ánimo también afectan la capacidad de recibir placer y llegar al orgasmo.   

Ansiedad 

Especialmente en las mujeres, la ansiedad puede provocar problemas en la capacidad de recibir placer o de llegar al orgasmo. De hecho, "el tipo de dolor sexual más común es 10 más frecuente en mujeres con diagnósticos previos de trastornos de ansiedad". (Basson y Gilks, 2018).  

La ansiedad puede causar problemas de varias maneras. En relación con el modelo del Ciclo de Respuesta Sexual anterior, podemos ver que la ansiedad interferiría con la capacidad de la mente de conectarse con la excitación del cuerpo, lo cual impediría que se produzca el Deseo Receptivo.  

Para que te exciten los estímulos sexuales, debes ser capaz de concentrarte en esos estímulos y ponerlos en el contexto de la sensualidad. Si tu mente va a toda velocidad, gira en torno a pensamientos no sexuales o se preocupa por el futuro, no puedes concentrarte en los estímulos y eso impide la excitación y el orgasmo.  

Otra forma de ansiedad es la "ansiedad por el desempeño", en la que estás tan preocupada por dar o recibir placer que te saca del momento, y no eres capaz de disfrutar del sexo de la forma en que te gustaría (Drillinger, 2018). 

Además, tener ansiedad puede afectar el modo de interpretar la excitación. En algunos casos, las personas que sufren ataques de pánico o de ansiedad pueden confundir los signos de excitación con los de un ataque de pánico porque son bastante parecidos.  

En ambas situaciones, es común que se presente dificultad para respirar, tensión muscular, aumento de la temperatura, etc., y esto hace que el Ciclo de Respuesta Sexual se detenga de golpe.  

Depresión/Antidepresivos 

La depresión, diagnosticada clínicamente o no, puede influir en las experiencias sexuales, ya que "incluso cuando no hay una depresión clínica, se ha comprobado que el estado de ánimo negativo perjudica la función sexual". Específicamente, la depresión puede contribuir al descenso de la libido y a otros problemas sexuales, ya que las personas con depresión son 3 veces más propensas a sufrir disfunción sexual (Basson y Gilks, 2018). 

La libido baja puede tener un gran impacto en el Ciclo de Respuesta Sexual, ya que la depresión reduce la intimidad emocional (un importante incentivo sexual para las mujeres), se hacen pocos esfuerzos por conseguir estímulos sexuales y el procesamiento de la información sexual está gravemente comprometido (Basson y Gilks, 2018).  

Además, debido a que los neurotransmisores que modulan la excitación sexual están alterados como consecuencia de la depresión, el resultado no es el deseado y termina provocando un menor deseo de interacción sexual.  

Por otra parte, los antidepresivos que se toman para aliviar los efectos de la depresión suelen ocasionar problemas de rendimiento sexual. Los antidepresivos pueden provocar una baja libido, problemas de autolubricación y otros. Si tienes una clienta que sufre estos problemas, derívala a su médico para que pueda encontrar un medicamento que no interfiera con su capacidad de tener relaciones sexuales satisfactorias.  

Dismorfia Corporal/Imagen Corporal 

La dismorfia corporal es un trastorno psiquiátrico en el que las personas se obsesionan por una leve imperfección de su cuerpo o ven un "defecto" que no existe. Es algo más profundo que estar insegura sobre una parte de tu cuerpo: es una obsesión que interfiere en tu vida diaria y que puede impedirte llegar al orgasmo o incluso excitarte porque no te sientes sensual, deseable y digna de placer (Drillinger, 2018).  

Aunque no se trate de una dismorfia corporal propiamente dicha, los problemas de imagen corporal no son poco frecuentes. Desde las representaciones poco realistas de la belleza en las redes sociales hasta las representaciones de cómo se "supone" que debe ser el sexo en el porno, hay muchos medios de comunicación que trabajan en contra de la imagen que tenemos de nosotras mismas.  

Como bien sabemos, si no te sientes sexy, es difícil que sientas ganas de tener relaciones sexuales.  

Sin embargo, hay algunas formas en las que tener orgasmos puede ser realmente beneficioso para tu salud mental. Vayamos al grano.  

Beneficios del Orgasmo para la Salud Mental 

Los orgasmos tienen un montón de beneficios físicos, como el alivio de los dolores menstruales, la liberación de la tensión, la liberación del estrés, la disminución de la presión arterial, el tratamiento del vaginismo y mucho más (Reed, 2010). Además, con cada orgasmo, un sinfín de hormonas que mejoran el estado de ánimo inundan tu sistema, como la dopamina, la oxitocina y la serotonina.  

Si bien estas hormonas no son una solución segura para los problemas de salud mental (ni mucho menos), pueden proporcionar cierto alivio. Además, adquirir la práctica de ser sexualmente activa por ti misma puede ayudarte a sentirte más cómoda a la hora de aceptar el Ciclo de Respuesta Sexual y tu cuerpo.  

Por ejemplo, la masturbación puede ayudarte a alcanzar el orgasmo más frecuentemente con tu pareja. Cuando te tomas el tiempo de explorar las cosas que te hacen sentir bien, sin tener que considerar el placer de tu pareja, puedes comunicar más claramente tus necesidades cuando decidastener sexo con tu pareja. También puedes sentirte más cómoda si te ves como un ser sexual y confías en tu cuerpo.  

Aprovecha tus Conocimientos  

Como Colega, tienes las herramientas necesarias para ayudar a tus clientas a animarse, a explorar su sexualidad y a alcanzar el orgasmo.  

Cuando surjan estas conversaciones en el cuarto de compras o en cualquier otro lugar, es importante tratarlas con respeto y analizar por qué puede estar presentándose una disfunción sexual. Aquí hay un par de productos que puedes sugerir para ayudar a las mujeres que se enfrentan a estos problemas por diversas razones:  

Basic Instinct: Puede ayudarte a sentirte relajada y a calmarte para evitar los pensamientos no sexuales que impiden la excitación.  

Lencería: Puede ayudarte a mejorar tu imagen corporal, haciéndote sentir sexy y segura. También te permite ocultar parte de tu cuerpo para que no estés completamente desnuda y acentuar aquellas partes que más te gustan.   

Juguetes: Hay innumerables recursos por ahí acerca de nuestros juguetes y los casos en los que se utilizan. Cada juguete presenta la oportunidad de explorar diferentes sensaciones y zonas erógenas, y de llegar al orgasmo.  

Splash Refrescante: Cuando hueles bien, te sientes bien. Preparar el escenario para la intimidad es el primer paso, así que haz que tus clientas empiecen con un aroma que les guste.  

Fuentes 

Basson, Rosemary y Thea Gilks. "Women's Sexual Dysfunction Associated with Psychiatric Disorders and Their Treatment". Women's Health, vol. 14, 1 de Abril de 2018, p. 174550651876266., https://doi.org/10.1177/1745506518762664. Consultado en 2022.  

Brody, Stuart. "The Relative Health Benefits of Different Sexual Activities". The Journal of Sexual Medicine, vol. 7, n.° 4, 7 de Abril de 2010, pp. 1336-1361., https://doi.org/10.1111/j.1743-6109.2009.01677.x. Consultado en 2022.  

Broster, Alice. "What Is the Orgasm Gap?" Forbes, Forbes Magazine, 10 de Diciembre de 2021, https://www.forbes.com/sites/alicebroster/2020/07/31/what-is-the-orgasm-gap/?sh=6c7331c860f8.  

Drillinger, Meagan. "7 Ways Your Mental Health Can Get in the Way of Your Orgasm". Healthline, Healthline Media, 30 de Octubre de 2018, https://www.healthline.com/health/mental-health-reasons-not-orgasming.  

Reed, Chelsie. "A Phenomenological Approach to the Thoughts, Contexts, Themes, and Benefits of Mental Orgasms in Women". Walden University, ProQuest, 2010, pp. 1-24.  

Winters, Jason. "The Sexual Response Cycle and Why It Matters: Sex Therapy, Counselling, Psychology Services Vancouver". Sex Therapy, Counselling, Psychologist Services Vancouver, Sex Therapy, Counselling, Psychologist Services Vancouver, 22 de Septiembre de 2015, https://www.drjasonwinters.com/blogs/therapy-blog/2015/4/29/the-sexual-response-cycle-and-why-it-matters.  

 

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